jueves, 29 de septiembre de 2016

Hoy leemos: Justicia Auxiliar

Os recomendamos esta novela de ciencia ficción, que a su vez nos recomendó Vanfunfun, que a su vez... Esa es otra historia.
En fin, una novela que me ha encantado, que además es muy jugable (puede adaptarse con hitos, CdB, D20 moderno...), que tiene unos personajes que me encantan y que, además, me va a venir genial para hacer parte de la programación de filosofía para las oposiciones (papá, mamá, lo siento; cuando os decía que estaba estudiando empresariales en realidad leía a Aristóteles). En algunos momentos, la novela se  pone realmente filosófica, y es una gozada. Asi que empiezo.




Como la idea es no hacer ningún spoiler, voy a intentar definiros el universo en el que la novela se sitúa. Éste es un universo futuro en el que la humanidad se ha expandido por varios sistemas y planetas por supuesto con la ayuda de la tecnología. La sociedad humana futura ha vuelto a una cierta configuración social aristocrática, en la que el imperio es administrado por una casa, Mianaai, compuesta por una sola persona, que establece vínculos de clientelismo con las más altas casas nobles, mientras éstas hacen lo propio con las que están por debajo hasta llegar a las clases populares. Esta forma de entender la sociedad es muy similar a la del Imperio Romano, en el que las casas patricias establecían también favoritismos con aquellos que les eran afines. Sin embargo, no sabemos mucho (en realidad nada) acerca del proceso por el que se forma esa sociedad. Aunque sí se verá que la relación del Imperio con sus colonias es también bastante similar (son parte del imperio, pero tienen bastante autonomía, salvo en la forma de la sociedad).
Otra cuestión importante es la religiosidad, puesto que el imperio no es ateo, ni laico. El imperio, toda vez que anexiona una colonia, establece su religión, asimilando la que hubiese en ese planeta e introduciéndola en el panteón imperial. Esto debería chocarnos un poco, sobre todo si somos fans de Warhammer 40k, puesto que es una concepción bastante diferente. En el mundo rolero también, y estoy pensando en EXO y Fading Suns. En el primero se establece que la religión existe, pero el universo es más bien laico. En Fading Suns tenemos una religión neo-feudal, con inquisición incluida. Mientras que aquí tenemos una religiosidad que simple y llanamente es absorvente, pero que no se impone, dado que no suprime los cultos. Por otro lado, y esto es otra clara alusión a Roma, el imperio trata al resto de colonias humanas como no civilizadas, siendo su expansión la única forma de llevar dicha civilización (la única que existe, según los pobladores del imperio) al universo.

Esta segunda imagen muestra a la que será la protagonista de la novela: Breq. Y me sirve para abordar otro tema que ha encantado, que es la forma en que las inteligencias artificiales se describen en la novela. Estas son ordenadores que, además de ser las naves, las estaciones espaciales o los edificios, utilizan cuerpos humanos para desarrollar sus funciones. Por tanto tendríamos una inteligencia artificial autoconsciente, que sabe que existe, y que opera a través de las auxiliares, de estos terminales humanos que un día fueron seres vivos. Y actualmente son IAs integradas en cuerpos, dependientes de la IA central, pero con capacidad (muy mermada) de actividad autónoma. No es muy novedosa la forma en que aparecen las IAs, pero me parece un giro de tuerca interesante el que utilicen seres humanos, cuando podrían hacerse androides. Pero para mí, lo mejor, es que dichas IAs tienen sentimientos. No sólo son entes lógicos que buscan la mejor forma matemática de resolver problemas, sino que también conocen y tienen sentimientos. Buena parte de las diatribas de Breq va a ser por un lado su identidad (entendida como la suma de sus recuerdos como nave espacial y como sus auxiliares humanos), la libertad (hasta qué punto una inteligencia artificial creada para servir puede ser libre), la relación con los seres humanos, la ética y la justicia. Como podéis ver, contenidos muy filosóficos que han hecho mis delicias como lector.


Esta última imagen la voy a utilizar para hablar de lo que más me ha impactado de la novela. Tras leerla, reflexionarla y volverla a pensar, NO TENGO NI IDEA del sexo de los protagonistas. Literalmente no es importante. Para el imperio, el Imperio Radchai (o el Radch), no hay distinción lingüística (y por tanto tampoco la hay de otro tipo) sobre el sexo. La igualdad de sexos parece estar más que alcanzada en esta sociedad, por otro lado tremendamente desigual (puesto que es una sociedad aristocrática). Y la novela funciona a la perfección sin neesidad de establecer esas distinciones. En la traducción castellana, se utiliza como genérico el artículo femenino (por coherencia con "las ciudadanas", que es como se refieren a sí mismos los habitantes del Radch, que en inglés sería citizen, que no tiene ninguna marca de género), y, aunque se dan pistas, al final de la novela tengo la certeza de que me es completamente indiferente si Breq es hombre o mujer y si tiene una orientación sexual u otra, y lo mismo con los demás personajes. Con lo que encontramos que las historias de amor, que las hay, pueden contarse sin hacer referencia al género. Pero, que el sexo, como actividad, no tenga ninguna carga de género (no esté influido por una sociedad machista), no quiere decir que no tenga una carga social, puesto que también se utiliza para establecer, fijar o acabar vínculos de clientelismo.
Además, en la novela se dice abiertamente que las distinciones de género, que las hay pero fuera del Radch, son completamente subjetivas y cambiantes, con lo que la novela se vuelve hacia nuestra sociedad, haciéndonos verla con otros ojos.

Si tengo que decir algo que me haya sabido un poco mal de la novela es su final. No es que no lo esperara, pero podría habérsele sacado más partido en mi opinión. Por otra parte, al cambiar el final, seguramente sería imposible,  muy difícil escribir las otras dos partes que forman (o formarán, no estoy muy al día) la trilogía. Y, aparte, tampoco es un mal final. No creo que el final sea malo, ni completamente previsible. Sólo que podría tener un poco más de punta. Sin embargo, todo el grueso de la novela, para mí, es fantástico y plantea preguntas que son bastante interesantes.

Así que os dejo con unas cuantas de ellas, por si queréis responder en los comentarios:
  1. ¿Es posible una sociedad futura sin distinción de género?
  2. ¿Esta configuración social elitista, puede dar cuenta de todos los problemas de la sociedad?
  3. ¿Cuál debería ser la relación entre los seres humanos y las IAs (si existieran, claro)?
  4. ¿Existe el clientelismo como forma de organización social hoy en día?

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