Volvemos a encontrarnos con Marlo. Volvemos a estar en manos del Destructor de Mundos. De aquel que ha sobrevivido a dos explosiones nucleares. Y volvemos al Sector Libertad. Esa zona de la galaxia en la que se han alcanzado las mayores cotas de respeto por la libertad y la autonomía del individuo, en la que no hay inadaptados, crimen ni egoísmo. O quizá nada sea lo que parece.