DOCUMENTO
CONFIDENCIAL: Diario de Tarkov Serkin.
Relacionado con: Operación Paseo Nocturno.
30
Noviembre 2014
Ha pasado mucho desde el incidente en San Francisco. Un tanto violenta la
demostración de que hay vida inteligente más allá de las estrellas… Y más aún
cuando se informó de la aparición de las llamadas “zonas muertas”.
Hace
unos días que terminé aquel cursillo preparatorio de fuerzas especiales
paralelas a un programa alemán, y pensando que volvería a mi base de origen,
acto seguido recibí una llamada de mis superiores. Ordenes prioritarias de partir
a la base alemana de Bauchaus, y una vez allí quedar a las órdenes de un teniente
llamado Noire.
Después
de más de siete horas de avión me doy cuenta de que el teniente es “la
teniente” y es cuando me informan, soy el nuevo fichaje de un escuadrón del
X-Corps de respuesta inmediata a la amenaza alienígena, el Global Génesis.
Mañana conoceré a mis nuevos compañeros.
31
Noviembre 2014. Primera entrada.
De
nuevo veo en un avión rodeado de desconocidos, y además sin mi equipo. Mi
escuadrón está formado por otros seis hombres, a cual más pintoresco, la
mayoría americanos o eso puedo juzgar a primera vista.
El
más formal era un tal James O´Connelly. Todo un pieza, un inglés miembro del
IRA, doctorado en química, genio de los ordenadores, médico, y con un padre
prisionero en Londres… a saber si todo es cierto.
Para
mi sorpresa encontré un español también, Francisco Fernandez, que deja patente
el famoso humor de su patria en su sobrenombre: Paco “el Marmota”.
Un
tal Nathan Fillion… no recuerdo su especialidad. Otro se llama Derrick Roshberg,
es otro de los yanquis, militar tejano de hecho.
Me
sorprendí pero en mi equipo hay un camarada ruso llamado Mijail Sokolov. Por lo
visto él ya tuvo experiencias antes en el X-Corps, no me vendrá mal permanecer
a su lado en la misión.
Por
último nuestro único compañero con nociones náuticas, no recuerdo su nombre
salvo que empieza por jota, porque entre otras cosas todos le llaman
“Banquero.”
Por
lo visto la teniente Noire no nos acompañará en la misión actual, y dejó en
manos del propio escuadrón designar quién sería el jefe de equipo.
Lo
único que saqué de bueno al unirme a este equipo es que por fin tengo
información del enemigo. Chandra… así se llama la especie alien. Al principio
consideré que se trataba de alguna broma de mal gusto al ver la imagen de los
enemigos fotografiados, vivos o muertos. Piel de anfibio y rostros que se
asemejaban al de un pez y no me corté en decirlo, y me respondieron que se
sospechaba que eran anfibios. Enseguida descubrí que iba en serio a juzgar por
la tensión del resto del equipo al ver las imágenes… y por desgracia, los
Chandra están mucho más avanzados que nosotros a nivel tecnológico.
Hicieron
referencia a la misión anterior. Los Chandra habitan en las recién descubiertas
“zonas muertas”, donde por medio de su tecnología inutilizan todas las
comunicaciones. Por lo visto si los Chandra reconocen fuerzas hostiles bien
organizadas y armadas y se ven en inferioridad, destruyen su base y lo que les
rodea por medio de un artefacto explosivo al nivel de una bomba nuclear.
Acto
seguido nos informaron de una misión de infiltración y extracción. Una de las
zonas muertas de los Chandra cubre una isla junto a la costa de Tanzania
llamada Zanzibar. Se supone que en territorio enemigo todavía quedan focos de
resistencia con información valiosa que beneficiarían los esfuerzos de expulsar
y erradicar la amenaza alien. Para ello debemos localizar a Zorro rojo, una
operativo que según el dossier se la supone al mando de la resistencia. Para
evitar más explosiones con miles de muertos anexos a ellas, debemos
infiltrarnos como civiles armados, no como soldados… por lo que todo nuestro
equipamiento avanzado, armamento incluido, está descartado.
Yipi
ka yei.
Pronto
aterrizaremos en la base de Mwanza en Tanzania, donde se nos proporcionará
armamento e indumentaria civil.
31
Noviembre 2014 segunda entrada:
Llevo
tanto tiempo escribiendo durante los trayectos que ya prácticamente nada me
perturba, pero ahora debo escribir ligero y más atento a mi entorno.
Un
coronel Tanzano de nombre impronunciable nos recibió y nos suministró el
atuendo y el armamento.
Me
siento como si fuera de acampada. Por suerte no nos mandaron totalmente
desnudos: una nueve milímetros, una escopeta antidisturbios, granadas de humo y
por lo menos algo útil, un rifle SDV Dragunov con mira de visión nocturna. Los
demás fueron mucho más avaros en equipo: Fusiles de asalto chinos tipo 56, AK-47,
MP5, ametralladoras ligeras RPK, granadas… por suerte no cogieron los
lanzagranadas Milkor, o menuda misión de infiltración iba a ser. O´Connelly por
otra parte se quedó también con algo de C4.
Tras
un corto viajecito de otras tantas horas hasta la base naval de Dar Es Salaam
nos llevan hasta los muelles… Y no es muy alentador ver tanto movimiento de
tropas, estarán preparándose para cualquier eventualidad.
La
nave por lo menos parece eficiente, un bote Clase Defender con una
ametralladora pesada. Según los expertos la entrada por medio aéreo es imposible. Se supone
que la inserción se hace de noche para dificultar el ser vistos, lo cual
considero algo inútil por los datos de que los Chandra pueden ver en la
oscuridad…
En
otra línea… no sé qué pensar de la actitud del equipo. Unos parecen disfrutar
yendo a la zona de guerra rozando lo despreocupado, otros están paranoicos… Uno
de ellos ahora mismo se está jactando de haber disparado un lanzagranadas
colando el proyectil en el compartimento de carga de una nave enemiga… Espero
que sean tan buenos como dicen que son.
Mi
compatriota insiste en que los Chandra poseen alguna clase de mente colmena,
porque si no es imposible tanta precisión… pero algo así podría conseguirse
también con tecnología ¿no?
La
radio acaba de perder toda recepción, sólo se escucha estática, supuestamente
es señal de que estamos en la zona enemiga, una "zona oscura". Tienen razón, nada funciona como
debería, incluso nuestros relojes se han parado. Doy gracias de no tener
marcapasos.
Sin
embargo… ¿Acabo de ver una luz verde en el agua?
31
de Noviembre tercera entrada.
Desde
luego el X-corp cumple con su reputación, tanto buena como mala… Escribo desde
el primer punto en el que tuvimos un respiro para lamernos las heridas antes de
seguir con la misión, un hotel barato y abandonado.
Por
suerte escribir en este cuaderno siempre templa mis nervios. Veinte minutos de
misión y ya va una vez que veo la muerte a centímetros de mi cara. Espero que
no se me olvide ningún detalle de lo que ha pasado.
Aquel
resplandor en el agua me hizo dudar por un momento sobre el éxito de nuestra
misión, sobre todo porque esa luz verde subacuática nos seguía. Avisé a
O´Connelly de ello y con prudencia ordenó sólo acelerar un poco… de poco
sirvió, cerca de la costa nuestro fan submarino se reveló, saliendo a la
superficie… y elevándose de la misma, volando.
Fue
la primera nave Chandra que vi esta noche. Tan grande como un caza y con una
forma extrañamente similar a una raya marina. Maldije mi suerte en silencio,
por este tipo de cosas no me gusta tener razón.
Pese
a que debía ser una misión de infiltración el jefe de equipo decidió que nos
presentásemos amablemente. El equipo antiblindaje de nuestro barco lo hizo por
nosotros… con demasiado derroche a mi entender. Estos yanquis están
obsesionados con lanzar ráfagas de balas hasta que el enemigo caiga.
Mientras
la embarcación zigzagueaba siguiendo paralela a la costa, opté por apoyar el
fuego con el rifle. Sólo di un disparo, pero debí perforar y dañar maquinaria
desprovista de blindaje, la nave espacial empezó a escorar a un lado
precipitándose poco a poco al agua hasta desaparecer.
Mentiría
si dijera que no me causó impresión, y agradecí cuando por fin tocamos tierra…
a partir de entonces estábamos en desventaja, y el único que podía ver llegar
las amenazas con claridad era yo gracias a la visión nocturna de mi rifle, por
lo que casi siempre iba en cabeza.
Tengo
que abreviar, este pequeño descanso no durará mucho.
Ocultamos
el bote. Tras avanzar por la vegetación tropical llegamos hasta una carretera,
y la seguimos hasta encontrar una gasolinera, lugar que la gran mayoría
aprovechó para esconderse en su interior. Todo estaba silencioso, hasta un
punto que parecía siniestro, tanto como una ruta a un pueblo fantasma.
Subí
hasta la copa de un árbol, y otro pretendía lo mismo, pero en ese momento oímos
gritos.
A
través de la mira vi que siguiendo la carretera se acercaba un civil corriendo,
perseguido por dos criaturas cánidas como las de los informes de subespecies
Chandra. Eliminé a uno de ellos de un tiro limpio, y mi compañero convirtió al
segundo en pulpa con una ráfaga trazada en arco con su RPK.
No
bajé del árbol pero la noche era silenciosa y había una ventana en la
gasolinera por la que podía ver medianamente bien. Mi compañero metió al
histérico civil en el edificio y apartó los cuerpos de los cánidos de la
carretera, y entre que ninguno de nosotros habla su idioma y parecía
desesperado por huir, el equipo no sacó nada en claro salvo que todos los que
iban con él habían muerto.
Pero
es el problema de las balas… son ruidosas y se oyen a kilómetros. Tres minutos después…
es difícil describir ese ruido, era como la fricción del viento a través de una
ventana casi cerrada, y se acercaba. El rifle me permitió ver que era otra nave
Chandra que iba directa hasta nosotros.
Di
el aviso, y el civil volviéndose loco echó a correr siguiendo la carretera de
nuevo… ellos salieron de la gasolinera, yo bajé del árbol y nos metimos en la
maleza del lado opuesto de la vía, escondiéndonos… pese a que el cuerpo me
pedía a gritos que siguiéramos alejándonos por la selva.
Ni
respirábamos de la tensión, la nave quedó suspendida sobre el punto donde
murieron los dos perros Chandra… lo que me permitió verla mejor. Si la nave de
antes parecía un caza, esta era como un bombardero… y no me equivocaba mucho.
La
nave se orientó hacia la gasolinera… y de ella salieron dos proyectiles de luz
extraña. El edificio y los surtidores estallaron tan brutalmente que nos
echaron de espaldas.
De
un haz de luz salido de la panza de la nave bajaron en parejas de dos hasta
diez de esos alienígenas, eran exactos a los de los informes, con un armamento
que no podía describir salvo porque se intuía que eran armas de largo alcance.
Y
es cierto que tienen una vista excelente de noche. Uno de ellos se adelantó y
apuntó en el sentido de la carretera. Un solo disparo y escuché el grito de
lejos del civil, que caía muerto.
O´Conelly
por fin dio la orden de retirarnos por la maleza… pero fue tarde, uno de ellos
miro en nuestra dirección conforme nos íbamos. No tardé en darme cuenta de que
nos estaban siguiendo y así se lo indiqué al jefe… que dio órdenes de que nos
posicionáramos y ocultáramos.
No
éramos conscientes de lo mala idea que era hasta que volvimos a oír el silbido
del bombardero Chandra… que empezó a cargar sus armas de rayos para disparar.
También fue mala idea que yo me ocultara de nuevo en la copa de los árboles.
Ellos corrían mientras yo me estampaba contra el suelo en blando, y yo corrí lo
justo para sentir el calor abrasador de la explosión a mi espalda y como volaba
gracias a la onda expansiva. No morí ni acabé herido de puro milagro, sólo
magullado por ambas caídas.
Huimos
mientras el bombardero literalmente deforestaba la zona en un bombardeo
sistemático en espiral…
Por
fin llegamos a Zanzibar City por el linde de Mombasa. Es literalmente una
ciudad sitiada, con la diferencia de que la población está casi exterminada, y
ni siquiera quedan cuerpos en el suelo, no hay nadie en la calle ni vehículos
moviéndose. Dios sabrá que hacen con los muertos.
Lo
raro es que unos pocos edificios parpadean, se apagan y luego se encienden como
si hubiera bajadas y subidas de tensión. Nos dirigimos allí.
Voy
a acabar cogiendo cariño a este fusil. Gracias a él llegamos sin tropezarnos
con las patrullas Chandra y tuvimos un nuevo respiro al llegar al edificio. Eran
unos apartamentos, abandonados por desgracia, en el registro no se encontró a
nadie ni nada salvo una habitación totalmente revuelta pero sin señales de
violencia.
Se
acabó el descanso, hora de trabajar.
31
de Noviembre, cuarta entrada.
Cada
vez que nos escondemos de las fuerzas Chandra me siento como una rata
escondiéndose en un nido improvisado, pero esta vez lo hago sabiendo que
podemos tener éxito en esta misión… aunque sea más complicada de lo que creía.
Desde
que llegamos a los apartamentos me preocupé de la estabilidad mental de mi
camarada. La situación lo superaba, parecía a un par de pasos de estar como el
pobre civil que no pudimos salvar… pero el lingotazo que le pegó a una petaca
parece que le calmó los nervios sin incapacitarle para la misión.
De
pronto oímos ruidos de marcha… a través de la ventana los vi. Una formación
perfecta de dieciséis soldados Chandra y uno de esos… Goliats… llevaban por
delante unos veinte prisioneros civiles, probablemente a lo que los aliens
consideren un campo de concentración.
Nos
vimos obligados a esperar hasta que estuviera despejado y seguir adelante con
la misión… y pese a que oímos disparos en la dirección en la que se fue ese
grupo, tanto de armas de fuego como de energía, no nos detuvimos. La misión es
lo primero.
Treinta
minutos después de atravesar Mombasa a base de avanzar posiciones, esquivar
patrullas y escondernos tras umbrales, logramos llegar al punto de encuentro,
un salón de baños. Marmota fue el primero esta vez, yendo puerta por puerta
hasta que un cañón se le apoyó sorpresivamente en la sien.
Tras
identificarnos vimos que la sargento que nos ordenaron rescatar, Zorro rojo, la
CAPITANA zorro rojo, estaba viva. Su estado físico y emocional era un desastre:
ropas ajadas, ojeras profundas, rozando la hambruna, tensa como una ballesta…
pero ella lo llevaba con una entereza digna de su rango.
Tras
aceptar que somos el escuadrón X-Corps, ella nos obligó a escoltarla hasta el
refugio de la resistencia en la ciudad, un par de calles más abajo junto a la
iglesia Anglicana. Allí no solo encontramos el resto de sus nutridas fuerzas
(dos africanos con Ak47) sino también con un pequeño grupo de ancianos, mujeres
y niños… todos deshechos por el miedo a lo que hay fuera.
Ahora
mismo estoy escribiendo desde el mismo refugio en silencio mientras estalla el
caos en la jerarquía de mando. La tensión hizo que casi todos olvidaran su
propio rango y se pusieran a opinar por encima de O´Connelly. Zorro Rojo no
está dispuesta a la extracción sin llevarse a todos los supervivientes, y sus
argumentos son más que claros. Complica la misión desde luego, pero la falta de
humanidad al abandonarlos es algo impensable… y ha quedado claro quienes
carecen de humanidad en medio de este desorden que cada vez enoja más a la
sargento, llegando a tirar de galones para cambiar la prioridad de las órdenes.
Por
suerte, O´Connelly puso orden. Él, al igual que yo, estaba de acuerdo en
rescatar a los civiles. Dos problemas eran los que nos dificultaban la misión.
El primero es encontrar una embarcación lo bastante grande y en buen estado
para la extracción de tantos civiles; y el segundo encontrar la forma de llevar
tanta gente sin ser detectados.
Parece
que Zorro rojo se ha calmado. Es hora de dejar de escribir y de planificar…
espero que estas no sean las últimas líneas de mi diario.
1
de Diciembre, Madrugada
El
escuadrón entero merece un maldito ascenso. Viviremos para luchar un día más, y
por suerte podré registrar el desenlace de la misión.
Tenemos
la gran suerte de que Zanzibar city también es una ciudad costera y hay barcos.
Tras haber reconocido la zona localizamos dos posibilidades, un par de yates de
lujo.
Tuvimos
que dividirnos en dos grupos. Uno un grupo para preparar y defender los yates,
otro para escoltar a los civiles. Dadas mis aptitudes como francotirador tuve
que ir en el primer grupo.
Para
la extracción hacía falta una gran distracción. O´Conelly formó parte del IRA,
y es un experto en varios campos, entre ellos química. Reclamó todas las
granadas y el C4 disponible preparando dos explosivos, uno notablemente más
potente que el otro… y con la atención en los cráteres, todos pasarían
desapercibidos.
Tan
solo puedo contar mi versión, pero sí que noté cuando ellos hicieron su parte. Entregué
la escopeta antidisturbios al jefe de equipo y me marché con Banquero y Marmota
en dirección a los yates… fue una tarea bastante dura, teníamos problemas con
las patrullas, tenían perros Chandra y creo que captaban el olor de los
nuestros que ya habían pasado por ahí.
De
camino vimos lo que parecía un arma antiaérea Chandra… si era capaz de llegar a
los yates estábamos jodidos.
Al
llegar a la costa encontramos unas barcas a motor… sin embargo las dejamos en
la orilla, y tuvimos que nadar hasta el yate grande. Era el único capaz de
llevarnos a todos pese a que no era el más rápido. En momentos como ese añoro
los trajes de neopreno, el agua nocturna no es precisamente cálida… pero lo que
más me preocupaba era la posibilidad de que los Chandra estuvieran bajo el agua…
Al
llegar al yate, deje la labor de mantenimiento a Banquero y yo subí hasta el
techo del yate, tumbado y vigilando la línea de playa a través del fusil.
No
tuve que esperar demasiado para oír cuando empezaba la fiesta. La primera explosión
no solo sirvió para distraer, también era un cebo, divisé las tropas y unidades
aéreas alienígenas acercarse a la columna de polvo y humo… sólo para ver como
la mitad eran barridas por la segunda explosión, más potente.
Apartados
de ese caos de las explosiones por fin vi a los supervivientes acercarse, todos
vivos incluso los niños y sin ser detectados por el enemigo. Pude verles tomar
las barcas sin problema aparente… pero empecé a ver tropas que examinaban el
paseo marítimo en busca de rastros. Me di cuenta de que eran los mismos que nos
dieron caza en el bosque porque el mismo bombardero estaba tras ellos.
En
el punto de mira tenía al que parecía ser el líder del grupo, los Chandra se
detuvieron mirando al suelo con sus perros… teniéndole bien situado en la mira
de mi rifle vi al líder… que de pronto se giró mirando directamente hacia el
barco, como si me mirara a mí.
Mi
reacción fue inmediata, casi instintiva, no podía dejar que nos descubriera, y
ellos no podían saber el punto de origen de un disparo tan lejano. Lo derribé
con un agujero entre ceja y ceja… pero entonces fue cuando descubrí algo
realmente malo.
Inmediata
y sincronizadamente, todos los Chandra miraron en dirección al barco, y el
bombardero se orientó hacia nosotros. Mi compatriota tenía razón, son una mente
colmena y cuando uno sabe algo, lo saben todos.
Di
la voz de alarma y el yate por suerte estaba en condiciones de iniciar la
huida… una huida no lo bastante rápida, el bombardero Chandra cada vez estaba
más cerca.
En
ese momento, todos estuvimos de acuerdo sin necesidad de hablarlo: la
obligación de parecer civiles poco preparados se terminó. En un momento,
múltiples AK47, MP5 y otras tantas armas poco ortodoxas se unieron a mi rifle y
todas dispararon a la vez a la cabina manteniendo fuego automático… y entre que
Banquero era un piloto formidable y los demás no dieron respiro, acribillamos
la cabina del bombardero, inutilizando en parte su capacidad de vuelo.
Pero
no fue suficiente. Cuando la nave empezó a torcer hacia el agua de pronto se
estabilizó y empezó a acelerar, con intención de estrellarse contra el yate…
dando cuenta del pragmatismo de los alienígenas a la hora de solucionar
problemas.
Volvimos
a disparar hacia la cabina, y entre todos debimos dar al piloto al mismo tiempo
que Banquero daba un viraje casi en seco, esquivando la nave en el último
momento.
El
bombardero chocó estrepitosamente contra el agua y más de una vez, rebotando
como una piedra plana en un estanque. En ese momento poco importó que el Yate
se calara.
Cuando
Banquero logró arrancar de nuevo y nos alejamos, los llantos de los niños se
calmaron poco a poco… y supuso un alivio mayor cuando por fin la emisora de
radio del yate recibió respuesta a las llamadas de Zorro Rojo. Logramos salir
de la zona oscura.
La
misión fue un éxito… y lo reconozco, he juzgado mal esta unidad… y dado lo que
hemos descubierto, me parece que tendré que continuar en esta unidad… y
recomendar que se soliciten más hombres para el escuadrón.
Este
rifle me gusta, creo que voy a quedármelo.
DOCUMENTO CLASIFICADO COMO ALTO SECRETO, ETIQUETADO Y ALMACENADO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario